La decisión de Bugatti de optar por un motor híbrido responde no solo a las preocupaciones ambientales contemporáneas, sino también al objetivo de combinar rendimiento y conciencia ambiental.
Al integrar un V16 asistido por elementos eléctricos, Bugatti busca ofrecer una experiencia de conducción excepcional al tiempo que abre una nueva era en el sector de los automóviles de lujo.
Esta transición hacia lo híbrido puede considerarse como un paso intermedio antes de una propulsión completamente eléctrica, una evolución inevitable a largo plazo.
Sin embargo, para una marca como Bugatti, conocida por su carácter excepcional y extremo, la elección de lo híbrido también representa una forma de preservar su herencia mientras innova.
La hibridación permitirá mantener un rendimiento excepcional al tiempo que se reduce la huella ambiental de estos vehículos. Se trata de un delicado equilibrio entre tradición y modernidad, que los ingenieros de Molsheim parecen haber dominado a la perfección.
