¿Por qué limitar la velocidad a 30 km/h en la ciudad?
Esta decisión se tomó por diversas razones, especialmente en términos de seguridad.
Seguridad de los usuarios vulnerables
La reducción de la velocidad en la ciudad tiene como objetivo principal proteger a los peatones, especialmente a los niños cerca de las escuelas y las personas mayores, así como a los ciclistas.
Estudios demuestran que velocidades más bajas reducen los riesgos y la gravedad de los accidentes.
Distancias de frenado
Una velocidad reducida permite distancias de frenado más cortas, lo cual es crucial en entornos urbanos donde las interacciones entre vehículos y peatones son frecuentes e impredecibles.
Sensibilización de los conductores
Un límite de velocidad más bajo como 30 km/h indica claramente a los conductores que deben estar preparados para reaccionar ante situaciones potencialmente peligrosas.
¿Por qué generalizar la velocidad limitada a 30 km/h?
La generalización de la velocidad a 30 km/h es una decisión bien pensada.
- Uniformidad y previsibilidad: Una limitación generalizada simplifica las reglas para los conductores y crea un entorno urbano más coherente.
- Reducción de emisiones y contaminación acústica: Aunque la reducción de la velocidad puede aumentar ligeramente el consumo de combustible y las emisiones por vehículo, contribuye a reducir el ruido y la contaminación general al crear condiciones más favorables para caminar y andar en bicicleta.
- Cumplimiento de las leyes: Aunque el número de multas pueda aumentar, esto refleja un mayor respeto por los límites de velocidad y, por extensión, una mejora en la seguridad vial.
¿Existen críticas sobre la seguridad de los usuarios en la ciudad?
- Inclusión y accesibilidad: Es esencial que las medidas de seguridad vial consideren a todos los tipos de usuarios, incluidas las personas con movilidad reducida, y no los descuiden en la planificación urbana.
- Uso de multas: La forma en que se utilizan los fondos provenientes de las multas puede ser motivo de preocupación legítima. Es importante que estos recursos se utilicen de manera efectiva para mejorar la seguridad y la calidad de vida en las ciudades.
Aunque la reducción de la velocidad puede generar reacciones negativas o críticas, especialmente en lo que respecta a su impacto en el tráfico y en el uso de multas, generalmente está motivada por imperativos de seguridad pública y calidad de vida en entornos urbanos.
El equilibrio entre seguridad vial, movilidad sostenible y comodidad de los usuarios de la vía sigue siendo un desafío constante para las autoridades urbanas.