Amortiguadores que generan electricidad: ¿una revolución en camino?
Los amortiguadores desempeñan un papel crucial en el rendimiento de los vehículos, absorbiendo los impactos y asegurando la estabilidad para la comodidad y seguridad de los pasajeros.
Desde los años 2000, los investigadores han estado explorando la posibilidad de convertir los movimientos de compresión y de expansión de los amortiguadores en electricidad, una innovación prometedora que podría redefinir la eficiencia energética de los vehículos.
Esta tecnología ha alcanzado recientemente un rendimiento récord del 45 % en laboratorio, abriendo la puerta a nuevas aplicaciones en la industria automotriz.
Sin embargo, a pesar de su potencial, parece ser en la actualidad más adecuada para los vehículos con motor de combustión interna que para los coches eléctricos.
¿Cuáles son las ventajas de la recuperación de energía en los amortiguadores para los vehículos de motor de combustión interna?
La recuperación de energía en los amortiguadores se distingue por su capacidad para aprovechar los movimientos continuos del vehículo, incluso en carreteras poco accidentadas.
Por ejemplo, en un vehículo de clase B, un solo amortiguador promedio podría generar hasta 100 vatios de electricidad, constituyendo así una fuente de energía significativa.
En comparación con la recuperación de energía en el frenado, esta tecnología podría ofrecer ventajas en términos de regularidad en la producción de electricidad y de optimización de la autonomía de los vehículos de motor de combustión interna.
Sin embargo, su integración eficaz en los vehículos eléctricos aún presenta desafíos debido a su mayor demanda de energía para la propulsión.
¿Existen problemas potenciales relacionados con la integración de esta tecnología?
A pesar de sus ventajas, la integración de los amortiguadores que generan electricidad presenta desafíos significativos.
Además de incrementar el peso y el tamaño de los vehículos, estos amortiguadores electrohidrostáticos requieren un diseño complejo para su instalación alrededor de las ruedas.
Además, su adopción por parte de los fabricantes para los vehículos eléctricos sigue siendo incierta debido a las restricciones relacionadas con la eficiencia energética y el espacio disponible en estos vehículos.
En conclusión, aunque la recuperación de energía en los amortiguadores ofrece ventajas innegables para los vehículos con motor de combustión interna, su adaptación a los coches eléctricos plantea preguntas sobre su eficacia y factibilidad.
Por lo tanto, es crucial seguir con los esfuerzos de investigación y desarrollo en este campo para encontrar soluciones adecuadas a la creciente transición hacia la movilidad eléctrica.